OTOXO, EL SECRETO MEJOR GUARDADO.

Con 25 años de vida, y pese a estar lleno casi todos los días de la semana, he de admitir que no lo conocía y  que tan solo tenía referencias de Otoxo, a través de la cantante Mimi Maura quien siempre que está en Buenos Aires no deja de ir al menos una vez a comer ahí.

Fue Mimi quien todos estos años me insistió para que fuese y probara lo que a su criterio era el mejor pulpo de la ciudad.

Finalmente fui y  pude constatar las bondades de la comida de Otoxo y confieso que me arrepiento que con todos sus años de existencia no haya ido antes a conocerlo.

El Restaurante debe su nombre Otoxo , a un arbusto que crece desenvueltamente  a lo largo de toda la región de Galicia.

El Otoxo no difiere en su aspecto de cualquier bodegón de la Gran Vía y sus aledaños en Madrid. Sus vivaces manteles con los colores de la bandera Española y los escudos de todas las provincias de Galicia en sus paredes, parecieran presagiar lo que allí va a comerse; autentica comida gallega.

La especialidad del restaurante son los mariscos y los pescados y quien sabe esperar no se arrepentirá de la frescura y el inusitado sabor de cada uno de los platos que irán llegando a la mesa.

Atendido por sus propios dueños, Javier y Gerardo Noya, el Otoxo debe tomarse muy en serio, la preparación de los platos es verdaderamente esmerada y todo resulta ser fresco y del día; no es frecuente encontrar tal calidad en la actual cocina porteña.

Por su parte la abundancia de ciertos platos del lugar, obliga a compartirlos.

El menú es extenso y resulta un glosario de verdadera cocina popular española; plagado de virtudes.

Como inicio las Rabas a la Provenzal ($ 82) resultaron un manjar, la tortilla española sale en su punto justo ($ 50) y las gambas con papas españolas y abundante pimentón son una maravilla en las que es menester obligado, mojar un trocito de pan en su colorido aceite.

Entre los principales seduce desde la fuente e invita a ser compartida la merluza con cabeza y papas a la Gallega.

El molusco marino de la familia de los cefalópodos, popularmente conocido como Pulpo, es sin lugar a dudas una de las estrellas del menú de Otoxo, lo sirven en varias de sus preparaciones, pero la más afamada “a la Gallega resultó ser una acabada muestra de arte culinario.

No dejen de probarlo.

Otro plato que proclama a Otoxo imbatible en su rubro es su cazuela de mariscos, un verdadero homenaje a los grandiosos guisados de mar.

Está tan buena esa cazuela que cualquier cambio a su orden natural, resultaría inadmisible.

Los postres son los indicados, tradicionales e irremplazables, les sugiero compartan entre varios el panqueque de manzana quemado al Rum ( $47) que Javier flambea con mano diestra en la mesa.

Sobre el final, una reflexión:

No conocer Otoxo considero que es un pecado capital, que no se redime tan solo con la mera confesión…

Salud y Olè!

Fotos: Eli Rutilo